Caldera de Gairía – Fuerteventura

Por carlos | 19 febrero, 2017 0 Comentarios

Comprendí que su silencio era sólo la manifestación exterior de su mal humor concentrado…

El Monumento Natural de la Caldera de Gairía es un cono volcánico de edad reciente que se localiza a pie de las pequeñas localidades de Tiscamanita y Casillas de Morales, entre Antigua y Tuineje, interior y centro de Fuerteventura. Mi aproximación hasta la base del cono volcánico decido iniciarla desde Casillas de Morales, pueblo vecino a Antigua.
Desde la cima del volcán de Gairía a 461 metros de altura se pueden observar otras formaciones volcánicas recientes, como el Malpaís Grande, y otros edificios volcánicos, como la caldera de la Laguna, caldera ésta explotada como productora de picón, piedra volcánica de pequeño tamaño utilizado en cultivos, jardines y parques, un picón cuya ligereza y porosidad es un excelente «captador de humedad» de la atmósfera, dando vida a estas tierras secas y quemadas donde la lluvia es un bien realmente escaso.
EL Volcán de Gairía está a los pies de la localidad de Tiscamanita, famosa por sus plantaciones de sabroso tomate, a 10 kilómetros de Antigua y a 4 de Tuineje por la carretera FV-20, carretera que une la capital majorera Puerto del Rosario con la turística Gran Tarajal.
Desde Tiscamanita nacen varios recorridos senderistas, desde subir a la Caldera de Gairía, principal atractivo de la zona y ruta reina, hasta visitar otros edificios volcánicos recientes de los alrededores: Caldera de la Laguna, Caldera de los Arrabales, Caldera de la Laguna, Caldera de Liria, u otra zona protegida que limita con esta, el Malpaís Grande.
Gairía es un territorio de camellos pastando libremente y de innumerables rebaños de cabras, símbolos de la isla de Fuerteventura.

A la derecha de la siguiente fotografía, desde el pueblo Casillas de Morales, se eleva el cono volcánico de Gairía; por la pista de tierra que se abre camino a través del extenso malpaís doy inicio a mis primeros pasos en dirección a Tiscamanita, pasos y camino que me conducirán a la caldera y volcán de Gairía.

Justo aquí abandono la pista de tierra y cojo un desdibujado sendero que me llevará a bordear el cono volcánico hasta su cara Norte, desde donde treparé toda su vertical ladera hasta alcanzar el filo del cráter y volcán.

Hombre y volcán viven su tensa tregua, pues vida y muerte siempre caminan de la mano. Los volcanes son túmulos de piedra pero a sus pies los valles que florecen fingen alfombras de irisada yedra, y por eso, entre campos de colores, al destacarse en el azul del cielo, parecen cestas volcadas derramando flores; exterior de piedra y arena fríos como el hielo cobijando entrañas que hierven en inflamado anhelo, hornos que simplemente aparentan estar apagados esperando arder…

Inicio la ascensión por la ladera Norte del volcán de Gairía en busca de un filo desde el cual las panorámicas del centro de la isla de Fuerteventura mostrarán con toda su fuerza combinaciones de palabras y adjetivos que estos paisajes majoreros a través de nuestras retinas escriben en nuestra memoria; utopías, sonámbula, solitaria, vagabunda, hilandera de sueños, salvaje, cultivo de asombros, fuego, desorden existencial, pasaporte vigente…

Casillas de Morales, Agua de Bueyes, Valles de Ortega, Tiscamanita, localidades a vista de pájaro desde el filo del cráter del volcán de Gairía, vistas y panorámicas de una belleza sin igual, el mosaico y colorido del centro de Fuerteventura es único y especial, una acuarela de montañas redondeadas por el transcurso de los siglos donde viejos pueblos viven en el calor de un fuego que simplemente dormita.

Me dirijo al punto más elevado del volcán de Gairía, desde sus 461 metros la vista se pierde en un horizonte quemado donde el silencio solo es roto por un viento incansable que continua erosionando una tierra demacrada por el paso del tiempo, 22 millones de años desde que dio a luz han hecho de esta isla la más anciana del Archipiélago Canario.

Caldera de Gairía

Comienzo a bordear por entero su filo hasta encontrar la muesca de este cono abierto o en herradura, escapando por ella en busca nuevamente de la pista o camino entre Tiscamanita y Casillas de Morales.

 

De nuevo a pie del sendero que te lleva al volcán de Gairía solo queda deshacer idénticos pasos por la pista de tierra y camino que une las localidades de Casillas de Morales y Tiscamanita y regresar al origen de esta inolvidable ruta por el interior y centro de Fuerteventura.

Los años pasan, sí, el fuego no; el fuego volverá en los hijos del sol…

Fotografías pertenecientes a mi primera visita a la caldera de Gairía: