Río Vero – Huerta de Vero – año 1988
La vida al igual que un río transcurre siempre diferente, impredecible y caótica; volúmenes y velocidades de unas aguas cuyo cuerpo que idéntico no lo es; segundos líquidos de una vida que corre sin freno hacía una muerte firme y segura. Durante la vida, al igual que un cauce, cada segundo es como una molécula de agua, tiempo y materia que conforman instantes proyectando vida y camino, un porvenir bajo un presente escurridizo acotado por orillas y escarpadas laderas que canalizan nuestros pasos; y ese pasado, que actúa como timonel ante la fuerza de un tiempo ya labrado, que empuja cada vez con más ímpetu hacia esa vejez certera que nos llevará a diluirnos sin más.
Tuve la suerte de crecer en un pueblo cuyas aguas marcaron el inicio de mi actual pasión, un río Vero que corría indiferente y ajeno a la vida de un pueblo que nació y se alzó gracias a él; sus aguas limpias y tranquilas siempre despertaron mi curiosidad: ¿de dónde surgían sus aguas, de dónde nacían?; empecé a preguntar y a recibir vagas respuestas: que sus nacientes emanaban de Lecina, que el cauce era frío y peligroso, que de allí arriba empezaba una ruta llena de obstáculos y aventuras, y conforme más averiguaba, más me atraía!; y fue así que mi adolescencia y juventud quedó marcada por los sueños líquidos de un río Vero que marcaría un carácter y una pasión, jugar con la gravedad.
Barranquismo – Eriste sectores 3 y 4


1977 – Rodellar
Pero mucho antes, de niño, cuando los sueños volaban libres y eran gratis, de la mano de mi abuelo, un abuelo joven, fuerte y tierno, me condujo a unos terrenos que en aquella época muy pocos conocían, nombres como Rodellar, Lecina, San Pelegrín, Asque, Alquezar, Otín, y un largo etcétera, eran lugares escondidos al mundo, rincones sólo recorridos por los lugareños de esos pueblos alzados a mano piedra a piedra, plazas aisladas y de difícil acceso que mi enorme imaginación sabía transformar en lugares mágicos, pueblos perdidos encajados entre enormes montañas y escarpes que me atemorizaban, y que al mismo tiempo, me calaban generando sueños y más sueños donde las aventuras desbordaban; aquellas noches de verano, en el silencio estrellado de mi pueblo, brotaban un carrusel de preguntas sin respuesta ante aquellas imágenes que mis retinas grabaron a fuego, inquietudes que con el paso de los años forjarían mi carácter, un carácter osado y curioso, que al mismo tiempo, desconfiado y cauto. Los nacientes de Lecina y más tarde los de Mascún serían la semilla que mi abuelo, sin él saberlo, supo plantar en aquel salvaje y solitario corazón, una semilla que germinó con fuerza años después, en mi adolescencia; en Rodellar, donde corre eterno un bravo y frío Mascún, se forjó un destino, donde montañas y barrancos fraguaron con el tiempo en una pasión, aquella semilla germinaría transformándose en poderosas raíces que recorrerían todo mi ser – barranquismo, espeleología, escalada y alpinismo -, raíces origen de mi fuerza que me llevarían a recorrer las aristas de un mundo vertical donde la gravedad implacable, lo domina absolutamente todo.
Cresta Urquizo-Olmo



Huerta de Vero fue, es y será, aquel tiempo!, aquel lugar!, donde mi mejor época y vida transcurrió, una niñez, una adolescencia y una madurez al lado de una gente, amigos y familia que hicieron de mi lo que a día de hoy soy, recuerdos cristalizados que son mi sonrisa y mi sentir, mi pueblo es una emoción, el mayor de mis tesoros; soy consciente de que ya poco queda de aquel tiempo, muchos se fueron para no regresar, sus calles ahora vacías, al igual que cicatrices, me aferran a aquello que siempre amé: mi origen, mi punto de partida, mi pueblo!.
Huerta de Vero
Mascún Superior – Sierra de Guara – Huesca

Espeleología
¿Explicar este modo de vida?, ¿intentar razonar del por qué ascender a lo que una vez fue definido como «las cimas de lo absurdo»?. Entender la montaña implica encontrarse cómodo en la lucha, en el sacrificio, en la aventura, en los miedos, en el sufrir, en el pasarlo verdaderamente mal. Una simbiosis extraña donde el mundo solo gira entorno a algo tan básico y primario como el de sobrevivir. Los tiempos actuales donde el confort y la vida fácil se han impuesto, hacen de la vida muchas veces un sin sentido, la genética guerrera y de conquista late y se hace realidad en las cimas de lo absurdo. Aquellos tiempos pasados de lucha y supervivencia reaparecen en la roca, momentos en los cuales solo existen dos cosas: luchar y sobrevivir, apaciguando un ADN guerrero y de lucha. La sensación cada vez que regreso con éxito de una cima es indescriptible, y el recuerdo de la belleza paisajística que se proyecta desde esas alturas transforma todo el sacrificio en una paz que lo invade todo.
Esas cimas, son el mismo mundo, gris, azul, verde y dorado, que llevo viendo toda mi vida. El mismo mundo que veía desde la ventana de la casa de mis abuelos y la cima de la primera colina. Pero ahora estoy a más altitud. Si tuviera alas, podría extenderlas. Podría volar…


Los 3 grandes de Pirineos: Aneto, Posets y Monte Perdido
Aneto – 3.404 metros de altitud




Posets – 3.375 metros de altitud





Monte Perdido – 3.355 metros de altitud



Cola de Caballo

La Escupidera
Y entonces, al llegar a la cima, el héroe enfrentó a los dioses y a los monstruos que pretendían impedir su paso…
Técnica
Detrás de un simple rápel y más si es fraccionado pueden surgir muchos problemas: sin larga experiencia, sin recursos técnicos, y sin el equipo imprescindible y necesario, aparecen los accidentes, accidentes en unos deportes donde las segundas oportunidades no suelen existir. Si añadimos agua al rápel, su técnica tanto de montaje como de ejecución no sólo cambia sino que se complica, intervienen los nudos dinámicos fugados y casi con toda probabilidad la imposibilidad de remontar.
Que decir que siempre se ha de llevar material de equipación, buril, martillo y spits, así como cintas, cordinos y mallones, material de abandono que pueden salvarnos de quedar atrapado en mitad de un barranco o vertical.
La formación exhaustiva en la espeleología me llevó a conocer de un modo profundo y total la progresión por cuerdas tanto de bajada como de subida, la espeleología es la formación más precisa y perfecta para afrontar cualquier barranco por difícil que se presente: pasos de nudo, cambios de sentido, fraccionamientos, métodos de fortuna, autosocorros, polipastos, rápeles guiados, desembragables, gestión de cuerdas, gestión de rozamientos, etcétera.
Altitud
Alta Montaña – Kilimanjaro ( Rongai ) – 5.895 metros de altitud

Experiencia, confianza, técnica y forma física, cuatro pilares imprescindibles en unos deportes complejos donde todas las cualidades anteriormente descritas se entrelazan para dar como resultado una progresión óptima y segura. Luego aparece la capacidad agonística y psicológica, cualidades clave en este mundo de la roca, cualidades que envuelven los 4 pilares anteriormente mencionados, construyendo un todo.









Septiembre 2018
«El Cervino es la cumbre ideal, más que ninguna otra; la que imaginan los niños que nunca han visto ninguna». […] «La pirámide es mucho más hermosa porque está sola. A su alrededor no hay más que desierto de piedras, ceniza de montaña, cumbres dormidas, inclinadas y dobladas».
Valtournenche – Valle de Aosta – Italia

Breuil-Cervinia – Valle de Aosta – Italia (2.009 metros)



Rifugio Duca Degli Abruzzi Orionde (2.802 metros)


Refugio de Carrel (3.835 metros)


El despertador…








Pico Tyndall (4.241 metros) – La cima que no consuela


Cervino (4.478 metros)



El camino hacia la cima es, como la marcha hacia uno mismo, una ruta en solitario…