Una ruta de vértigo por los acantilados del Norte hasta la playa más espectacular de la isla de Tenerife, La Garañona, un extenso y ancho arenal que ronda el kilómetro de largo, una playa auténticamente salvaje bajo los enormes muros que protegen y dan cobijo a las innumerables playas y arenales del norte de Tenerife.
Las primeras verticales que nos sumergen de lleno en este gran acantilado del Norte son un mero trámite, un primer tramo donde la suciedad enmascara de inicio la verdadera realidad de esta ruta, una ruta conocida como El Molino o El Calvario; en cuanto salvamos los primeros metros se hace presente la siempre belleza innata de esta isla de Tenerife, inmensas panorámicas reaparecen con toda su fuerza desde los altos muros del Norte, la vertical y abrupta costa norteña de la isla se extiende de Anaga a Teno a lo largo de un amurallado acantilado que se pierde a la vista; un arenal de entrada pequeño desde las primeras alturas del acantilado reaparece ante nuestros pies, un arenal que conforme descendemos se va engrandeciendo hasta convertirse en una de las playas más espectaculares de toda la isla de Tenerife, la más extensa, la más inhóspita, un arenal salvaje y silencioso donde solo la música de la naturaleza dirige la mejor de las orquestas…


Mesa del Mar
Dejamos uno de los coches en lo que será el final de nuestra ruta de hoy, la pequeña localidad de Mesa del Mar.

El Calvario
El Calvario de Tacoronte da inicio a nuestros primeros pasos, nos dirigimos casi en línea recta hasta el borde del acantilado en busca de la cabecera que nos lleve en vertical hasta esa playa de ensueño, La Garañona.



Mesa del Mar en el horizonte

Teide en el horizonte
Nos adentramos en el acantilado de Tacoronte, 400 metros hasta hacer pie en La Garañona…










El Calvario


El Calvario

















La Garañona





Es una alegría abrir de vez en cuando esta historia y percibir que aquellas huellas frescas en la arena siguen existiendo en nuestra memoria. Es delicioso recordarte así, saber que estás conmigo en aquellas huellas que jamás ninguna marea podrá borrar…


El barranco del Calvario te fuerza a cruzar por entero este inmenso arenal, tras cientos de huellas a nuestras espaldas el acantilado nos cierra el paso, la salida se complica forzando un camino inexistente a través de un acantilado expuesto y afilado que mantiene el arenal de La Garañona aislado y oculto a una sociedad mayoritariamente poco cívica con la naturaleza…









Las inmensas alturas del acantilado (400 metros de altura) lo mantienen a la sombra hasta bien entrado el día, fue ya sobre el mediodía bien pasado, buscando una salida por tierra a lo largo de la bahía acantilada de La Garañona, cuando los primeros rayos del sol empezaron hacer acto de presencia, luces y sombras en un camino donde los pasos deben ser del todo firmes y seguros ajenos a un terreno escabroso y no exento de peligros.




























Una salida extrema desde que pusimos pie en el arenal de La Garañona brinda la guinda perfecta a un combinado de aventura donde las verticales y el senderismo extremo coexisten en perfecta armonía.







Enlace a una publicación anterior en la cual visité por primera ver La Garañona, aquel día simplemente me limité a visitarla desde Mesa del Mar, haciendo un recorrido de ida y vuelta por el acantilado de la bahía de La Garañona, enlace: click
Mesa del Mar

Cuando tu sonrisa se convirtió en lo único realmente importante, aquel día empecé a quererte de verdad; tu sonrisa son huellas que ningún océano ni marea podrán borrar.
A Melly…
Y a ti Guille, por supuesto, para mi y para Melly siempre es una alegría tenerte a nuestro lado!
Tenemos muchas ganas de hacer este descenso. A ver cuándo podemos. ¿tuvieron que pedir permiso?
Gracias por poner la fotos y explicar el recorrido.
Coincidimos con Guille en un curso.
Saludos para él y para ustedes.
No es necesario permiso alguno, vigilar simplemenmte la salida por el acantilado hasta Mesa de Mar. Un saludo desde Barcelona.