El Paso de La Piedra
Sabemos que la misma agua no pasa dos veces por el mismo cauce, sabemos que la misma piedra no es pulida dos veces por la misma agua, sabemos que cada mañana un río nuevo amanece y al entrar la noche se hace océano. Sabemos entonces que de los tantos ríos que han pasado por un mismo cauce queda como testimonio una isla habitando entre aguas invisibles, testigo mudo de que esa piedra sin moverse ya estuvo en el mar…

Esta isla es infinita porque cambia cada vez que la miras y me da rienda suelta como escenario de mi propia creatividad. Una gigantesca roca emerge vertical desde esta costa y playa de Faneroque, elevándose hasta superar el kilómetro vertical, un roque acantilado de 1.024 metros de altitud cuya arquitectura de arterias invisibles ofrecen un único camino, una única vía reservada que busca salvar los brutales desniveles de este risco llamado Faneque. Desde el inicio, esta ruta te sumerge en un halo misterioso, y resulta emocionante recorrer su «camino», buscando las puertas que encierran estos complejos pasadizos de roca que te elevan brutalmente hacia una atalaya, donde el tiempo sencillamente se detiene para dar lugar a la eternidad…

Sábado 4 de Noviembre del 2017, Barcelona – Gando (Aeropuerto de Gran Canaria) – El Risco – Playa de Faneroque
La playa de Faneroque se encuentra en el noroeste de Gran Canaria, a pocos kilómetros de Agaete y de su Dedo de Dios, un faro de roca afilado anclado en su puerto, el Puerto de Las Nieves; un extenso tramo de costa acantilada domina todo el extremo noroeste de la isla, y en la punta denominada La Laja del Risco, nos encontramos con la playa de Faneroque, una lengua de lava que divide a la playa en dos, conviviendo dos escenarios opuestos, rocas y arenas negras. La playa de Faneroque duerme entre los barrancos de La Palma y de El Risco, la tranquilidad y el silencio que se respira en este rincón privilegiado, muy lejos de las zonas urbanizadas, es cautivadora. La playa de Faneroque, que permanece prácticamente virgen, marca el inicio de una de las rutas más salvajes y extremas de una isla anclada en este vasto Océano Atlántico, la Guguy de Agaete marca el inicio de esta aventura llamada Faneque.
En el mismo día que aterrizo en el aeropuerto de Gando proveniente de Barcelona, me dirijo directo al pueblo de El Risco, localizando muy fácilmente una de las referencias claves que tengo en mi poder, el Bar Perdomo, un bar situado en la misma carretera GC200, un bar en el cual da inicio esta singular y especial ascención al Risco de Faneque. El Bar Perdomo es un lugar estratégico de parada tanto por moteros como por excursionistas que vienen a bañarse a la playa del Risco, no así a la de Faneroque, mucho más alejada de este punto, así como también, visitar el famoso Charco Azul, una ruta senderista muy sencilla que tiene su origen en este mismo bar, el Bar Perdomo, y cuyos primeros pasos, coincidirán con los míos, atravesando casi por entero las empinadas calles de este pequeño pueblo de El Risco. Tras mirar el reloj tengo margen de sobras para visitar la playa de Faneroque, dejando el coche en el mismo aparcadero del bar Perdomo, empiezo a caminar por la GC200 en dirección a Agaete, 3 kilómetros de asfalto me separan de la pista de tierra y luego vereda que me bajará hasta la playa de Faneroque, o más comúnmente, la playa del Risco de Faneque.
Playa de Faneroque





Carretera GC200





Arenal de Faneroque



Puerto de Las Nieves – Agaete


Ya con un sol prácticamente debilitado e inexistente regresamos por el mismo camino al pueblo y bar de El Risco, el Bar Perdomo, de nuevo allí, decido cenar algo y sacar toda la información extra de más que pueda averiguar sobre mi ruta y aventura que me depara a la mañana siguiente, la ascensión al Risco de Faneque; muy amablemente el dueño del bar y los vecinos de El Risco me dan la escasa información que tienen en su conocimiento, aunque algo es seguro, la vereda esta mal, es peligrosa y probablemente no encontraré a nadie en toda la ascensión y camino; el dato más preciso y certero del cual dispongo es este: el inicio de la ruta esta aquí, en su bar, el Perdomo.




Teide agazapado entre jirones y cúmulos de densas nubes
Pueblo de El Risco – Bar Perdomo – Carretera GC200

Risco de Faneque
Domingo 5 de Noviembre del 2017, Puerto de Las Nieves – Agaete – El Risco (Bar Perdomo) – Risco de Faneque
Día de ascensión al Risco de Faneque por el Paso de La Piedra.
Tras pasar noche en el Puerto de Agaete – Puerto de Las Nieves – me despierto aún de noche para desayunar tranquilamente, y seguidamente dirigirme de nuevo hasta el Bar Perdomo, origen e inicio de mi aventura de hoy; con la primera claridad del día ya me veo conduciendo nuevamente por esta sinuosa y acantilada carretera de costa, la GC200, y aprovechando que es domingo y muy temprano, puedo hacer alguna rápida parada que otra para sacar alguna foto desde una carretera en la cual, sin arcén y por su estrechez, imposibilita con tráfico cualquier amago de parada. El Risco de Faneque se recorta constantemente en un paisaje abrupto y vertical, imperando estas kilométricas costas amuralladas. Estos kilométricos acantilados endémicos cortados a cuchillo acogen a una carretera que serpentea constantemente ante un escenario realmente amenazante, donde la naturaleza impone su ley, carretera que en días de lluvia se cierra al tráfico por el elevado riesgo de desprendimientos de rocas.
Puerto de Las Nieves – Carretera GC200 – El Risco – Bar Perdomo




El Dedo de Dios

El Dedo de Dios








El Risco – Bar Perdomo

Bar Perdomo

Bar Perdomo

Bar Perdomo

Bar Perdomo
Nuestros primeros pasos, después de un rápido café en el Bar Perdomo transcurren en dirección al Charco Azul, pasos que nos llevan a cruzar por entero el pequeño pueblo de El Risco, calles donde la gravedad ya es la protagonista absoluta, imponiendo su ley, calles cuyos desniveles ya inducen a lo que esta por venir. Antes de abandonar el Bar Perdomo informo al dueño de mi itinerario y de cual es mi coche, si al anochecer el coche sigue allí, algo ha pasado, al menos me voy con la «tranquilidad» de que alguien sabe de mi, ante una ruta, donde la soledad será mi mejor amiga y compañera. Cámaras en mano y con la concentración y mirada puesta en un aún lejano risco, inicio mi aventura…







Tras la última casa de El Risco nos adentramos de lleno en un desdibujado sendero que se conoce como el Canalizo, sendero que nos adentra en dirección al Faneque y nos sumerge de lleno en el Parque Natural de Tamadaba; un viejo hito de piedra a modo de faro nos intuye una vereda, un «camino», una dirección…
Con frecuencia vemos también estos hitos, bloques de piedra o mojones con la función de marcar un territorio, señalar un lugar especial como la tumba de un difunto o delimitar un espacio. En el lenguaje culto se llama a estos hitos “hermes” o “hermas”, palabra que significa “roca, montón de tierra”. También tenían una función protectora y apotropaica o apartadora de todo mal (del griego ἀποτρέπω , apotrépō, «alejar, apartar”, de ἀπό, apó, «lejos«) . Estos mojones solían estar coronados con el busto o figura de Hermes o Mercurio. El griego Hermes se corresponde con el dios romano Mercurio.
Hermes es un dios de la mitología griega, hijo de Zeus y Maya, y es el mensajero de los dioses, el protector de los caminantes; Hermes me hablará de vez en cuando con su idioma de piedra, donde hitos de vez en cuando me guiarán y protegerán ante un camino difícil y traicionero donde lo evidente a veces se hace invidente.






















Parque Natural de Tamadaba














Agaete




Tras unos momentos en los cuales no atisbo como continuar, una vieja cuerda me «habla» y me descubre el famoso Paso de La Piedra, un paso donde el vacío lo invade todo.




Paso de La Piedra






Puerto de Las Nieves – Agaete


Puerto de Las Nieves




Carretera GC200

Risco de Faneque – 1.024 metros de altitud




Puerto de Las Nieves – Agaete


Naviera Fred Olsen
Tras observar las laderas verticales intuyo un nuevo camino de bajada, intuición que me llevó a perderme en unos andenes laberínticos de los cuales pensé que ya no iba a salir…
Es imposible que esté en el buen “camino”. No hay camino ni salida, esto raya el suicidio…
Sin señales de ningún sendero razonablemente “seguro” decido dar marcha atrás y recuperar el inicio de la meseta y cima del Faneque, pero la vuelta se me iba a complicar y mucho, no recordaba cual de los numerosos andenes del acantilado era el mío, y constantemente a ras de precipicios me aferraba a una roca degradada que una y otra vez me llevaba a puntos muertos, donde las paredes caían a plomo haciéndome recular, el laberíntico acantilado me había atrapado y se convirtió en una ratonera de la cual no podía ni retroceder ni avanzar, me había extraviado, y decidí buscar un sitio más o menos horizontal, sentarme, respirar y observar…



Parque Natural de Tamadaba


…tras una hora larga dando tumbos y aferrándome a unas piedras que me mantenían al filo de la vida al fin pude respirar y alcanzar nuevamente la cima y meseta del Faneque, tras lo cual, regresar ya con la tranquilidad de un camino conocido.

















El Risco








Tras una ruta de las que dejan huella, dirección Oeste, y con un sol ya en caída, me dirijo al sur de la isla, a La Playa del Inglés, donde darme un buen baño y descansar; extensos arenales dorados de un Sur donde el verano es perenne, un final perfecto a una jornada extraordinaria; y con la mente ya puesta en la ruta de mañana, me meto en unas aguas atlánticas donde el eco de las olas reverberan un Risco de Faneque impasible ya en mi memoria…
Mirador de El Balcón


La Aldea


No puedo imaginarme descendiendo derrotado de la montaña …
Carlos Antolín Carruesco
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