Fuerteventura y Lobos

Playas infinitas de aguas cristalinas vestidas por inmensos arenales de dunas blancas, doradas y negras; desfiladeros; aridez, viento y sal moldeando esas interminables montañas abombadas que se adentran suavemente en un interior totalmente idílico y mágico; volcanes y domos repartidos de norte a sur; acantilados; cadenas montañosas imperando en altura en un sur abrupto que marca el punto más álgido de la isla majorera con sus 817 metros de altitud, una atalaya conocida como Pico de la Zarza desde la cual el mundo se detiene ante un paisaje eterno y salvaje; molinos de viento; el llano de Mafasca y su luz misteriosa iluminando noches de fantasía, llenando las noches de un misterio y una leyenda que roza la veracidad ante estos campos que rezuman silencio y soledad.

Fuerteventura es mucho más que extensas playas, eso si: Que playas!, son impresionantes: Cofete, Barlovento de Jandía, Esquinzo, Las Águilas, Tebeto, Jarugo, Corralejo y un largo etcétera de arenas blancas y doradas, bañadas por un Atlántico de color turquesa, aguas abiertas que golpean con furia estas costas forjadas con fuegos ya olvidados, Fuerteventura es la isla más vieja, 22 millones de años desde que se elevó en estas latitudes; pero al mismo tiempo, el interior de Fuerteventura ofrece unos paisajes únicos y exclusivos, paisajes y panorámicas de una belleza sin igual, inéditos e irrepetibles en comparación al resto de las otras islas: La caldera de Gairía, La cima de Tindaya y sus acantilados de vértigo, las dunas de Corralejo y sus aguas turquesa, Calderón Hondo y su cadena de volcanes, el barranco de las Peñitas, las Cuevas de Ajuy, el Cardón y su ermita del Tanquito, el Pico de la Zarza con sus 807 metros de altura (punto más elevado de la isla de Fuerteventura), Cofete, el volcán de la Arena en la bonita localidad de La Oliva, la magnífica Isla de Lobos, y un largo etcétera de una tierra, que hace muy poco, el director de cine Ridley Scott, utilizó para grabar la súper producción Exodus.

El Parque Natural del Islote de Lobos, con su cono volcánico de La Caldera, es de una belleza sin igual; un trozo de tierra despegado de Fuerteventura que merece ser visitado sin duda alguna.

Fuerteventura posee kilómetros y kilómetros de playas realmente paradisíacas, pero Fuerteventura es mucho más que extensas playas como mencioné antes, la Fuerteventura de interior es simplemente maravillosa, jamás pude imaginar ni de cerca lo que iba a descubrir allí: paisajes apocalípticos, volcanes gigantescos, barrancos de formas inverosímiles, cimas que te regalan unas vistas únicas e irrepetibles inexistentes en el resto de islas: Tindaya, Gairía, Calderón Hondo, Pico de la Zarza, el Cardón; rutas de interior que se graban en la memoria y resultan imposibles de olvidar. Fuerteventura te sumerge en un sueño que se entrelaza con la realidad.

Fuerteventura
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