Gran Recorrido por el Norte de Tenerife – ANAGA (Parte 1)

Gran Recorrido circular dividido en dos intensas jornadas por la península de Anaga. Iniciamos ruta en el mirador de La Cruz del Carmen a 948 metros de altitud, nuestro primer objetivo Los Batanes, Bejía y Punta del Hidalgo, un largo descenso hasta la costa por un paisaje muy variado, con un protagonista destacado, el canal de Bejía, una tajea labrada en la tosca de las verticales paredes del Barranco Seco, un sendero aéreo que nos conduce hasta la misma localidad costera de Punta del Hidalgo. Una vez a pie de mar, bajo el imponente roque Dos Hermanos, iniciamos un duro ascenso hasta alcanzar Chinamada, desde cuya localidad, disfrutaremos de un mirador colgado a ras de acantilado, un mirador que situado a 600 metros de altitud nos ofrece una panorámica espectacular: Punta del Hidalgo, Punta de Adar y Picacho de Magín como protagonistas destacados, Aguaide es una atalaya desde la cual la vista se deshace en un infinito horizonte azúl. Antes de continuar ruta nos tomamos un respiro en el bar de Chinamada para en breve retomar la marcha en dirección a Las Carboneras por Las Escaleras, para seguidamente alcanzar el caserío de Taborno, un Taborno desde el cual descubrimos un valle de Afur profundo, amurallado y protegido por inmensas paredes de roca de afilados roques dentados. Nos queda afrontar los últimos kilómetros, un desfigurado y descompuesto sendero, un sendero vertiginoso bajo la sombra de dos titanes, los domos de Taborno y el Marrubial; el sendero de Palo Hincado es una vereda olvidada en el tiempo que nos conduce directamente a nuestra meta del día, la salvaje y solitaria playa de Tamadiste.

Antes de iniciar nuestro gran recorrido disfrutaremos del mirador de Cruz del Carmen, una ventana a través de la cual optenemos una bellísima panorámica de la Vega Lagunera con un eterno Teide imperando la isla de Tenerife.

Brezo, faya, viñátigo, follao, cañaverales, tuneras, tabaibas, vinagreras, gediondos, eucaliptos, piteras, zarzales, bejeques, verodes, cornicales, cardón es la flora que nos acompañará a lo largo de todo el camino.

Cruz del Carmen (948 metros de altitud).

Primer objetivo alcanzar El Batán de Abajo; nos adentramos en un bosque de laurisilva ancestral bajo un día extrañamente limpio y soleado, todo un lujo en un Parque Rural de Anaga normalmente húmedo, lluvioso y frío. A lo largo de estas dos inolvidables jornadas de senderismo disfrutaremos de un clima totalmente veraniego y soleado.

Una vez en el caserío de Batán de Abajo iniciamos una corta pero explosiva subida hasta alcanzar la parte alta de Bejía, para continuar seguidamente en constante descenso en dirección a la Punta del Hidalgo por los solitarios canales de Bejía, canales o atarjeas que  surcan a gran altura una de las laderas del Barranco Seco, un sendero aéreo que corta la respiración por su belleza y exposición al vacío, miles de millones de años han creado estos paisajes de ensueño y soledad que nos transportan a una época rural muy lejos del modelo social actual.

Desde el inicio de la ruta en la Cruz del Carmen (948 metros de altitud) llevamos un acumulado de 12,5 kilómetros de recorrido, el desnivel descendido en estos «escasos» kilómetros es de 1000 metros, los senderos que recorren estas latitudes son un continuo sube y baja de desniveles muy pronunciados. No hay tregua en Anaga.

Iniciamos una ardua subida hasta alcanzar el Mirador de Aguaide en Chinamada, una exigente «escalada» de 600 metros de altitud.

Con un límite inferior de glucosa de 40 mg/dL (miligramos de glucosa por decilitro de sangre), nos adentramos en una realidad fisiológica muy crítica y peligrosa, límite por debajo del cual la hipoglucemia suele ser fisiológicamente insoportable, agotando muscularmente a cualquier persona. Mi compañera de ruta padece y convive con diabetes tipo I; demostró ser un constante ejemplo de superación, de lucha, de alegría, anteponiendo escusas y realidades para continuar hacia la meta soñada, un arenal llamado Tamadiste. El montañismo de alto rendimiento es su ilusión y su fuerza, nada ni nadie la detiene, el tramo más duro de la jornada (sendero a Chinamada) coincide con uno de sus momentos más críticos y duros para ella, con unos niveles que rompen la barrera de los 40, su fortaleza mental se antepone a lo crítico y lentamente, consigue reponer y estabilizar sus niveles normales de azúcar en sangre, recuperando su musculatura y retomando con nervio y fuerza un camino que nos eleva hasta un mirador de Aguaide espectacular.

Mirador de Aguaide:

Dejamos atrás el mirador de Aguaide y ahora sí, nos dirigimos a un merecido descanso y refrigerio en el bar de Chinamada, una parada rápida antes de proseguir ruta hacia nuestra meta de hoy, la playa de Tamadiste; las horas van cayendo y la meta aún está lejos, y el descenso desde el pueblo de Taborno a la playa por Palo Hincado se ha de realizar con luz solar, ya que es un descenso complejo y peligroso.

Chinamada

Llévame tú, Chinamada, hasta el Roque de los Pinos. Llévame tú de la mano a los hondos infinitos, a los altos miradores, a los refugios dormidos.

Llévame a Aguaide temprano por los senderos nativos. A tus cuevas ancestrales donde el silencio es más íntimo. Llévame pronto a Tesegre donde reposa el olvido.

Una imagen entrañable cantando va entre los riscos. ¿Es de ahora o del ayer, o de un mañana distinto?.

Con parsimonia, la luz va inventando laberintos de veredas encantadas y de mágicos caminos. Llévame tú, Chinamada, por senderos encendidos.

Llévame tú, Chinamada, a las estancias del alma donde reposa el olvido.

Decenas de poesías nos acompañan a lo largo de nuestro recorrido, poesías que describen los sentimientos que despiertan estas tierras del norte de Tenerife, un Anaga inolvidable y mágico que simplemente se cristaliza en la retina haciéndolo inmortal en nuestros recuerdos.

Siguiente objetivo la localidad de Las Carboneras; de las dos opciones existentes para alcanzar la localidad de Las Carboneras me decido por la más larga y no señalizada desde este punto (Chinamada), el sendero de Las Escaleras, un sendero que ofrece unas panorámicas impresionantes del abrupto y agreste Barranco del Río con las casas de Los Batanes y Chinamada literalmente suspendidas en las altas laderas de las montañas de Anaga, tierras que desafían constantemente a la gravedad.

20 km.

21,5 km

En la localidad de Taborno llevamos 24 kilómetros recorridos, nos quedan 6 kilómetros de duro descenso para finalizar nuestra primera jornada, la meta está ya cerca y vamos con un buen margen de tiempo antes de que caiga el sol, así que afrontamos el descenso hasta Tamadiste con la única precaución de la cautela hacía un sendero que precisa de todos los sentidos.

Alcanzamos el desvío que nos bajará en vertical hasta nuestra meta soñada, Tamadiste. El sendero de Palo Hincado esta descatalogado por el Parque Rural de Anaga y ya no hay referencias de él salvo en viejos mapas, un sendero histórico y aún vivo para los moradores de Taborno.

Parece increíble observando desde abajo que exista un camino, Palo Hincado es extremo y salvaje, un sendero con siglos de vida, un sendero de comunicación para el pueblo de Anaga, un pueblo adaptado a un abrupto y agreste terreno donde la naturaleza de su entorno les dio vida y prosperidad a cambio de sacrificio y sudor.

Tras 30 kilómetros de recorrido por los senderos de Anaga alcanzamos nuestro objetivo, la playa de Tamadiste:

Y ella respiraba, relajada, feliz, agotada, con miles de paisajes bombardeando sus recuerdos; y yo miraba a sus ojos y su felicidad era simplemente el reflejo de la mía…

A Mar y a su inquebrantable fortaleza…

Enlace a la segunda parte: click