Dos bestias de roca suspendidas en el infinito; Gran Canaria reina y domina en Oriente, Tenerife lo hace en Occidente; desde la montaña de El Viso dos azules dibujan y perfilan a estos dos gigantes de piedra, el cielo y el Atlántico son el lienzo que da cobijo a la más de las perfectas obras, un cuadro de arte pictórico ante el cual queda patente una sola cosa: únicamente una mano divina pudo diseñar tal genialidad.
Parque Natural de Inagua – El Viso
La filosofía de la naturaleza hizo sobresalir las cualidades espirituales y naturales del hombre, confrontándolos con los postulados sobrenaturales con que operaba el pensamiento teológico, logrando de esta manera estimular el renacer del espíritu de libertad de un ser humano, que se forzaba por insertarse en la naturaleza y en la historia, como protagonista de sus cambios.
Las características más resaltantes de la filosofía de la naturaleza son las siguientes: se desarrollaron diferentes concepciones tanto idealistas como materialistas. Sus exponentes manifestaron un evidente interés por el estudio de la naturaleza. Se reconocía la eternidad e infinitud del mundo. El hilozoísmo es la teoría que sostiene que la sensibilidad y la vida son inherentes a todas las cosas de la naturaleza.
Concepto de inherente:
«Que es esencial y permanente en un ser o en una cosa o no se puede separar de él por formar parte de su naturaleza y no depender de algo externo». Un ejemplo de inherente sería el siguiente: «la causa de las guerras, la violencia y otros muchos males sociales es la agresividad inherente al ser humano».
Algunos de sus principales exponentes fueron:
Tales de Mileto, gran filósofo griego cuya teoría expresaba que el agua era el origen de todas las cosas que existen.
Parmenides de Elea, opinaba que todo lo que hay, ha existido siempre; pues nada puede surgir de la nada; y algo que existe tampoco puede convertirse en nada.
Heráclito de Éfeso, para este filósofo todo estaba en movimiento y nada dura para siempre. El pensaba que el mundo era una gran contradicción; pues si una persona nunca se hubiera enfermado, jamás entendería lo que significaba estar sano.
Anaxágoras, filósofo griego materialista cuya teoría expresaba que la naturaleza estaba hecha de diversas piezas minúsculas, invisibles para el ojo humano; a dichas partes las llamo semillas o gérmenes.
Parque Natural de Inagua
Degollada de Tasarte (675 metros de altitud)
La degollada de Tasarte también se la conoce como la degollada de La Aldea y es mi punto de partida. En esta ruta tenemos dos objetivos claros, primero alcanzar la cumbre de la montaña de El Viso desde la cual se abre una de las mejores panorámicas de La Aldea así como del roque Bentayga; seguidamente consolidamos esta espectacular ruta atacando nuestro segundo objetivo, recorriendo por entera toda la cara oeste de la montaña de Inagua a través de su anden superior hasta alcanzar el roque de El Castillete (1.163 metros de altitud), roque fácilmente reconocible al existir en el una torre de telecomunicaciones.
Montaña de El Viso
Meseta de El Laurelillo (960 metros de altitud)
El Viso
La Aldea (San Nicolás de Tolentino) – El Viso
Montaña de El Viso
Montaña de El Viso
Enfrente se alza la Montaña de Inagua, mi siguiente destino y objetivo final antes de regresar nuevamente a la degollada de Tasarte o de La Aldea.
Dejamos atrás la meseta de El Laurelillo y vamos en búsqueda del filo y anden de la montaña de Inagua, anden que recorreré por entero por partida doble, ya que mi vuelta al origen de mi ruta de hoy – la Degollada de Tasarte – será por idéntico camino.
Roque El Castillete (1.163 metros de altitud)
Regresamos…
Degollada de Tasarte
GC200 – Los Azulejos
Inolvidables escarpes de Inagua…
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