
A veces generamos monstruos en nuestra imaginación para intentar sacar las verdades ocultas que llevamos dentro, monstruos que ayudan a paliar las crudas realidades que conviven en nuestro interior; cada cima es ese monstruo que mantiene viva la llama y, al mismo tiempo esa verdad, el temor hacia el abismo, sentimiento que agudiza el sentido común junto a su mellizo inseparable: el instinto de supervivencia, el instinto más primitivo y primario del ser humano, limando a partir de ellos una y otra vez cada aspecto técnico y físico que me llevará a regresar a casa una vez más. Montañas que perfilan un modo de vida radical, monstruos que narran y dibujan el mapa de un modo de vida por el cual merece la pena aguantar, un viaje de aprendizaje continuo hasta tomar conciencia una y otra vez de mi única verdad, que en el temor, en el dolor, y en la superación, la vida coge cuerpo, consistencia y sentido. Técnica, resistencia, fuerza y respiración envuelta en sufrimiento, cuatro pilares que me mantienen aislado de todo aquello que no sea sobrevivir para afrontar mi verdad: el deseo irrefrenable hacia esas cimas del absurdo, un absurdo que se transforma en el más racional de los sentidos: la más pura y cristalina felicidad.
No se cuando surgieron, pero en aquel lejano e inconexo día comenzaron a aparecer, sueños pétreos dónde decenas de monstruos armados de hielo y piedra me desafiaban noche tras noche, angustia vestida de roca donde gravedad y altitud me visitaban susurrándome nombres e historias, historias en blanco y negro donde colorear y pintar realidad, monstruos cuyos nombres exóticos y mágicos desbordaron mi imaginación: Acongagua, Kilimanjaro, Cervino, Castor, Gran Paradise, Aneto, Teide, Montblanc, Denali, K2, Cho Oyu, Elbrús, Zumsteinspitze, Dufourspitze, Pollux y un largo etcétera; monstruos pétreos donde cada cual nos narra sus viejas y particulares historias, a cambio de que algún día, pueda contarle la mía propia, lo que ese monstruo llama «la verdad», mi historia real y particular de una cumbre más.
Le Brévent, Testa Grigia, Breithorn Occidental, Central y Oriental, Innominata al Montblanc, Zumsteinspitze y Punta Dufour, me despiertan cada madrugada con sus particulares historias, cuentos de glaciares, rimayas, grietas, laderas de hielo y aristas cuyos pasos de funambulista imperan bajo la gravedad más absoluta, belleza silenciosa de blancos y negros que me arrastran inexorablemente al desafío, y tras todo ello una verdad, mi verdad, el miedo a morir y dejar a mi madre sola en este mundo de horror y pesadilla; y entonces, por qué arriesgar?; y es que imperativamente, entre dos fuegos, elijo destruirlo todo a deambular muerto en vida, lejos de unos monstruos que son el nexo real al sentir de mi vida.
historia 1 (incertidumbre)
13 – Julio – 2019 (Sábado)
Barcelona – Chamonix
En escasas 8 horas de coche, directos de Barcelona, alcanzamos el pueblo de Chamonix; por la hora de llegada – las 16:00 horas – solo queda deambular por esta bella localidad turística, puerta de entrada a un mundo de alta montaña donde impera majestuoso el techo de Europa, un Montblanc imponente e impertérrito vestido perennemente de blanco; observar, comprar agua, tomar las primeras fotografías e informarnos sobre las condiciones de paso en la zona alta de mi trekking de media montaña de la mañana siguiente; y es que simplemente pasear por estas calles bajo estas moles de piedra que rozan los 5.000 metros de altura ya es todo un placer. Conforme el sol se debilita buscamos un rincón silencioso en el mismo Chamonix donde pasaremos noche en el coche hasta alcanzar un amanecer que me llevará a empezar el recorrido preparatorio para lo que esta por venir: Innominata al Montblanc y el Dufourspitze por la vía italiana; las dos cimas más altas de Europa a través de sus vertientes más duras.

14 – Julio – 2019 (Domingo)
Chamonix – Planpraz – Le Brévent
A las 6 de la mañana me despierto, y una vez con todo lo necesario a mis espaldas pongo el Garmin en funcionamiento para grabar una ascensión exigente y vertical hasta Le Brévent, siguiendo la ruta del kilómetro vertical hasta Planpraz primero, para luego continuar hasta la cima de Le Brévent, un final cuyas vistas al Montblanc por su vertiente francesa son sencillamente maravillosas. Tres mil metros de desnivel en mis piernas y pulmones marcarán el principio a diez días de nieve, roca y hielo, hasta las cimas de las montañas más altas de la Europa Occidental: el Montblanc y la Punta Dufour o Dufourspitze.

Chamonix
A las 6:30 a.m. comenzamos la ascensión: 1500 metros de desnivel hasta el teleférico de Le Brévent. Un Chamonix al alba del minutero se presenta silencioso y desierto, calles ya estudiadas y exploradas en el día de ayer que me abren camino hasta el mismo inicio de sendero, una flecha pintada en una roca, justo debajo del cableado del teleférico a Planpraz, junto a una agresiva y estrecha vereda, vereda que intuye el inicio hasta un Planpraz que no se dejará vislumbrar hasta casi alcanzarlo a causa de su fortísimo desnivel; rampas y tramos que son tan verticales que han sido equipados tipo «ferrata» para poder avanzar con seguridad. Conforme avanzamos la incertidumbre se difumina por momentos en certeza, transformándose a su vez en motivación, afrontando unas rampas y un camino que traza hacia esa meta y primer objetivo, ver desde la lejanía una cima por la cual estoy hoy aquí: el Montblanc (4.808 metros de altitud).




Tras casi 5 horas entre la subida y la bajada a Le Brévent decido comer algo en Chamonix, y ya si, pasar a Italia hasta la que será mi casa en estos próximos diez días: Valtournenche, un pueblo alpino en el corazón del Valle de Aosta, valle que sostiene uno de los montes más emblemáticos del mundo, la pirámide del Monte Cervino, una montaña afilada que se alza solitaria y agresiva ajena a un Monte Rosa que acumula un sin fin de cuatro miles, entre ellos el Dufourspitze o Punta Dufour, liderando la segunda montaña más alta de Europa.
Monte Cervino – Arista del Leone (Carrell)
Octubre del 2018

Incertidumbre
La incertidumbre está relacionada con esa necesidad que tenemos de saber qué va a pasar a continuación, algo que en montaña es una constante, la incertidumbre es una motivación constante a lo desconocido, cada paso nos lleva a un terreno nuevo sin que podamos anticiparnos ni lo podamos controlar, solo la prudencia, la forma física y la técnica serán nuestras armas para que esa inalcanzable certidumbre no nos pille desprevenidos; la incertidumbre es mi motivación constante y al mismo tiempo mi ansiedad. Solo la cima calma esa sed, y vence durante unos instantes a una incertidumbre, que como un ave Fénix, renace una y otra vez con nuevos nombres y nuevas cimas; Le Brévent era ese camino desconocido, ese terreno ante el cual dudas, esa emoción llamada temor ante la cual te haces fuerte, temor que se transforma en acero y que te hace apretar los dientes en busca de ese objetivo: hacer cima sin que nada ni nadie te pueda parar, calmando durante unos instante esa incesante incertidumbre.

Tras cruzar el túnel que nos lleva a Courmayeur, primer pueblo italiano tras Chamonix, sigo por autopista hasta el pueblo de Châtillon, pueblo donde abandono la autopista para coger finalmente la carretera de montaña que serpentea por el corazón del Valle de Aosta hasta morir en Breuil-Cervinia, asfalto que me llevará hasta el Camping GLAIR, justo a un par de kilómetros por debajo de Valtournenche; Glair será el camping durante los siguientes 10 días en los Alpes Italianos. Tras montar la tienda, me ducho, me pongo cómodo, y antes de cenar preparo todo el material para el que va a ser mi primer 4.000 de aclimatización al Montblanc: la arista del Breithorn, un viejo conocido que esta vez realizaré en solitario. El funicular que nace a pie del pueblo Breuil-Cervinia – a escasos kilómetros de Valtournenche – abre taquillas a las 6:45 de la mañana y arranca a las 7:00 horas. Por experiencia y para evitar el jaleo que se forma a primera hora por las escuelas de esquí que arrancan siempre puntuales a las 7, decido llegar 30 minutos más tarde y disfrutar de la tranquilidad de los tres cambios de funicular hasta alcanzar los 3.500 metros de Testa Grigia (Plateau Rosa). En Testa Grigia comenzará mi camino al 4.000 más sencillo del Monte Rosa: el Breithorn Occidental, ya no tanto el Central, y mucho menos el rocoso, afilado y descompuesto Oriental. Un 4.000 que al no tener casi que progresar por glaciar hasta sus fuertes laderas y con permanente traza por la afluencia de constantes y numerosos alpinistas, permite ir en solitario.
historia 2 (perspectiva)
15 – Julio – 2019 (Lunes)
Breuil-Cervinia (2.000 metros de altitud) – Testa Grigia (3.480 metros de altitud)
El único día revuelto meteorológicamente de la que será toda mi estancia en los Alpes lo encuentro en el día de hoy; ante la imposibilidad de realizar el Breithorn decido – algo contrariado – posponerlo a la mañana del día siguiente; la mala meteorología me lleva a improvisar para seguir entrenando y decido intentar alcanzar cima a Testa Grigia desde Breuil-Cervinia, el recorrido previsto en funicular para alcanzar el inicio del recorrido del Breithorn en el día fallido de hoy (puerta de entrada al Monte Rosa por su extremo Occidental) decido intentarlo a pie para seguir acumulando altitud y kilómetros. La intensa niebla una vez pasado el primer cambio de teleférico en Plan Maison y sin referencias ante un terreno invisible y desconocido me lleva a errar dos veces el intento de meta en Testa Grigia; objetivo que hubiese sido complicado en el paso Theodul (Colle Teodulo), ya que no llevaba los crampones y la madrugada tiñó de blanco el paisaje. La nieve de la madrugada anterior convirtió en un imposible el paso a partir de los 2.800 metros. Este recorrido, Breuil-Cervinia – Testa Grigia, será de obligado recorrido en el próximo mes de Octubre si queremos aclimatar en el Monte Rosa, un mes de Octubre en el cual regresaré para realizar por segunda vez mi ascensión – esta vez en solitario – al Cervino por la arista Leone. Aclimatar para esta empresa es imprescindible y será una vez más el Monte Rosa el lugar previo a un Cervino integral: Leone + Hörnli. Pollux y Castor serán mis cumbres donde alcanzar una aclimatización óptima haciendo noche en mi viejo y conocido Bivacco Rossi e Volante, en el glaciar de Val d’Ayas.


Colle Teodulo – sendero 15
Pasado Plan Maison hemos de continuar por el sendero marcado como el número 15 en dirección al Colle Teodulo. La niebla hizo que perdiese el camino y me quedara atrapado entre dos laderas que canalizaban un rio cuyo caudal era imposible traspasar; decido descender de nuevo hasta Plan Maison e intentar seguir otro camino, buscamos lo evidente, así que seguimos justo por debajo del teleférico, segundo tramo que se eleva hasta el Laghi Cime Bianche, pero la verticalidad y la abundante nieve caída en la noche anterior convierte un camino inexistente en constantes pasos resbaladizos, haciendo inviable la progresión; parte de este segundo tramo que intenté transcurre durante unos kilómetros por el sendero número 36, en dirección al lago Goillet, lago que alcanzo antes de desviarme hacia unos muros ya si del todo imposibles por la nieve y el fuerte desnivel, en dicho punto el teleférico se eleva en vertical hasta alcanzar su penúltima parada: el Laghi Cime Bianche, antes de proseguir la tercera y última tirada hasta Testa Grigia – Plateau Rosa. Una vez a pie de lago y asumiendo que hoy no va a poder ser, satisfecho en parte por las casi 5 horas de entreno aunque decepcionado por un objetivo que tendrá que esperar, y ante una buena previsión meteorológica del día siguiente, decido desandar todo lo ascendido y descansar hasta la mañana del día siguiente ante el reto primario de esta mi tercera estancia en el valle de Aosta: un Montblanc a través de Innominata que nos llevará a lo largo de tres durísimos y largos días hasta la cima de Europa:
- Val Veny – Franco Monzino
- Refugio Franco Monzino – Bivacco Eccles
- Bivacco Eccles – Montblanc (4.808 metros de altitud) – Cósmicos (La Aiguille du Midi)
Sin perder la perspectiva del porqué estoy de nuevo en este valle: hacer cima en el Montblanc por su vertiente italiana a través de Innominata, toca relajarse y descansar ante ese nuevo día que esta por llegar; sin olvidar este objetivo «fallido» en el día de hoy cuya incertidumbre me acompañó a lo largo de muchos pasos bajo una densa niebla y un camino difuminado por un manto blanco frio y resbaladizo, lidiamos y domamos esa incertidumbre persistente ante un objetivo que no pudo ser, paso que será obligado en el próximo mes de Octubre ante un Monte Rosa más hermético que nunca, al estar todos los remontes y refugios cerrados.

sendero muy exigente sin respiro alguno hasta alcanzar Plan de la Maison

pasado Plan de la Maison la niebla y la total falta de visibilidad me llevan a dar media vuelta al errar un camino sin referencias…

la nieve me impidió alcanzar mi segundo objetivo después de Plan de la Maison: Laghi Cime Bianche
historia 3 (fuerza)
16 – Julio – 2019 (Martes)
Breithorn Occidental, Central y Oriental (4.164 metros de altitud)
El día nace radiante, y mi primer cuatro mil que dará inicio en Testa Grigia, me dará la oportunidad no sólo de testear mi fuerza, resistencia y capacidad aeróbica, sino de empezar a sobrepasar los 4.000 metros ante lo que esta por venir; y las sensaciones una vez en cima son buenísimas, alcanzando en escasas 2 horas y media desde Testa Grigia el Breithorn Occidental, el Central y el rocoso y afilado Oriental, punto final de la arista del Breithorn. Tras adelantar a unas cuantas cordadas hago cima en el Breithorn Occidental ante unas primeras laderas que no hacen más que confirmar mi óptimo estado físico, físico que me ofrece un equilibrio y una tracción que literalmente me dan un contacto férreo a estas fuertes laderas minimizando el riesgo a caida; la debilidad en un terreno delicado y en unas altitudes que ya de por sí merman la musculatura, son el origen de muchos de los accidentes en alta montaña.





En el Oriental, fin de la arista del Breithorn, me cruzo con dos españoles con los cuales entablo amistad y decido descender en su compañía aminorando el paso hasta alcanzar nuevamente un Testa Grigia que me descenderá nuevamente a Breuil-Cervinia; 5 horas de entreno que añaden confianza ante unas horas muy cercanas al gigante blanco, un Montblanc centinela de Europa.
Arista del Breithorn
historia 4
INNOMINATA (MONTBLANC) (espíritu)
(17 – Julio – 2019, Miércoles)
1. Valtournenche – Courmayeur – Val Veny – Refufio Franco Monzino
Tras disponer de toda la mañana para descansar, organizar el equipo y desplazarme hasta Courmayeur, pueblo fronterizo con Francia donde tengo previsto comer y hacer tiempo hasta reunirme con mi amigo Fran a pie del teleférico Skyway, abandonamos el Camping Glair alrededor de las 12:00 horas con la intención de llegar a la hora de comer a Courmayeur; durante 2 noches y tres días abandonamos el Valle de Aosta, hora y media de carretera disfrutando de unos paisajes alpinos que hacen que el tiempo circule a otro ritmo.
16:00 horas

Una vez con Fran y tras aparcar los coches bajo el teleférico Skyway, un amigo común nos lleva al inicio de nuestra aventura; Val Veny es el inicio a una vía Innominata que nos llevará a lo largo de 3 intensos días hasta la cima del Montblanc, y finalmente de vuelta a la que es mi casa en estos días en el Valle de Aosta: el Camping Glair.

Val Veny situado a 1.500 metros de altitud es un valle alpino espectacular e imponente, cercado por un amurallado granítico donde afilados torreones dentados nos adentran en un paraje agresivo donde la atmósfera realmente intimida, iniciamos el ascenso al refugio Franco Monzino (2.550 metros de altitud) entre aristas y agujas imponentes: arista de Broilluard y arista de Peuterey, aguja Negra, aguja Blanca y las agujas de las Damas Inglesas, ascenso que nos lleva 2 horas exactas. La vía Innominata nace aquí, en Val Veny, un sendero inicial que a lo largo de 4 kilómetros se abre camino bajo un paraje realmente poderoso y lleno de belleza asesina, 2 horas intensas ante un desnivel de 1.000 metros a salvar, un camino que ya muestra indicios de lo que esta por venir. En el refugio Franco Monzino estamos prácticamente solos, solo una cordada de franceses se haya en un refugio realmente bonito y lujoso donde cenamos majestuosamente antes de irnos a descansar; cuatro en un refugio con capacidad para 65 personas, más anchos imposible.
Val Veny (1.500 metros de altitud)


Frente al refugio las murallas de roca se alzan imponentes, una auténtica fortaleza de roca por donde la vía Innominata se abre paso, una Cara Sur del gigante blanco que impone su ley: verticalidad, hielo y gravedad. Un camino plagado de «trampas» y dificultades, escollos que se verán incrementados por un exceso de hielo; por contra, una meteorología impecable nos ayudará a amortiguar las dificultades extras que nos impuso Innominata.
La fuerza física en estas empresas es un elemento más, elemento imprescindible pero que se diluye como el azúcar sin un espíritu y un corazón guerrero; añadimos a todo ello la experiencia, el temple y la técnica, cualidades todas que trabajan en una sinergia absoluta, sinergia que es el impulso definitivo a cualquier cima que se dibuje en mi mirada.


(18 – Julio – 2019, Jueves)
2. Refugio Monzino (2.550 metros de altitud) – Bivacco Eccles (3.850 metros de altitud)
Decidimos levantarnos pronto por precaución, con el único objetivo de alcanzar lo más pronto posible el Bivacco de Eccles ya que solo dispone de 6 plazas, y aunque solo somos 4 en el refugio de Franco Monzino, quizás pueda subir alguien más directos desde Val Veny saltándose la estancia en Monzino. A las 4:30 horas nos levantamos para desayunar con la calma y salir a las 5.30 horas para ya si afrontar un glaciar complejo ante unas rampas realmente fuertes plagadas de hielo y grietas; salvado el glaciar alcanzamos las primeras rocas de una Cara Sur del Monte Bianco (Montblanc), unas paredes muy descompuestas que nos fuerzan a una escalada delicada mirando con lupa donde traccionamos, ya que esta todo muy suelto hasta alcanzar el mismo Bivacco de Eccles. Eccles también conocido como Bivacco Giuseppe Lampugnani y/o Marco Crippa es una caseta literalmente colgada y atornillada en la base inicial del rocoso blanco donde la ascensión comienza a ponerse realmente seria. Volvemos a coincidir con los franceses del Monzino, quienes salieron un poco antes que nosotros. La soledad de estos parajes va asociada a la dificultad de una vía realmente dura y peligrosa.
05:30 a.m. – Salimos del refugio Franco Monzino

Viendo el desierto social de estos parajes nos lo tomamos con calma e iniciamos unas primeras rampas, ausentes de nieve, a un ritmo suave admirando las primeras luces del alba. 6 km ante nosotros hasta el Bivacco de Eccles, distancia que nos llevará 4 horas y 1.300 metros más de desnivel ascendido; el acumulado una vez en Eccles desde Val Veny es ya de 2.300 metros; una vez en Eccles toca comer bien y descansar todo lo que podamos que lo realmente duro esta por venir. Coincidimos de nuevo con la cordada del refugio Monzino, dos franceses experimentados con los cuales entablamos amistad, uno de ellos es Jean Annequin, un afamado y experimentado montañero francés con unos cuantos ocho miles a sus espaldas, y ni un alma más por estos parajes extremos y complejos, así que estaremos más o menos anchos en el Bivacco hasta la 1 de la madrugada del siguiente nuevo día, hora en la cual, nos despertaremos con la idea de partir sobre las 2, directos hasta la cima del Montblanc. Así pues, despertadores a la 1 de la mañana para calentar agua y hacer te, recoger, y salir con los crampones muy a mano, ya que en nada tenemos el primer paredón de nieve, paredón cuyo exceso de hielo ante unos porcentajes superiores al 80%, fueron el aviso inicial de lo que estaba por venir: el infierno se abre ante nosotros!.







Bivacco Eccles


(19 – Julio – 2019, Viernes)
3. Bivacco Eccles (3.850 metros de altitud) – MONTBLANC (4.808 metros de altitud) – Aiguille du Midi (3.500 metros de altitud)
A las dos de la madrugada iniciamos un primer y corto descenso abandonando el Bivacco de Eccles hasta conectar con la primera dificultad de la jornada de hoy; en plena oscuridad, frontales al máximo, una pared de nieve muy helada nos forzará a tirar de tornillos de hielo para progresar en ensamble hasta salvarla, el patio bajo nuestros pies desaparece en una oscuridad sin fin ante un desnivel que supera el 80%, y la falta de traza en una pared que es casi puro hielo, nos sumerge de golpe en una tensión que nos despierta al instante, Innominata se muestra cruda y real a la primera de cambio.








El dominio sobre las emociones y la mente te lleva a luchar sin que el miedo ni la duda te atenaze; el miedo es un mecanismo de defensa que en ciertos momentos no puede hacerse dueño de la situación: nos bloquearía; la falta de confianza en nuestras propias capacidades nos llevaría hasta ambas barreras: miedo y duda, mecanismos que nos harían ser una sombra de lo que somos en realidad, cayendo irremediablemente. El espíritu se trabaja lentamente bajo límites tolerables que nos van reforzando interiormente, rompiendo lentamente barreras, y empujando a la mente hacia la delgada frontera que marca lo soportable y lo insoportable, librando y reforzando así ese espíritu guerrero, espíritu que envuelve la semilla del éxito: la confianza en uno mismo.










MONTBLANC (4.808 METROS DE ALTITUD) – Techo de Europa



Toda la tensión acumulada, el esfuerzo, el cansancio, el temor, desaparece!; por un instante el mundo se detiene y nuestra mirada se extiende sin obstáculos hasta perecer en un horizonte que no presenta barreras hasta salir de las fronteras de la Unión Europea: estamos en el techo de Europa!

Descenso por Cósmicos hasta La Aiguille du Midi, donde pondremos punto y final a una jornada realmente «maratoniana» que nos llevó un total de 11 horas de intensa actividad a lo largo de 17 kilómetros en extremo duros.







Tras 8 km a lo largo de 7 horas alcanzamos la cima del Montblanc: el techo de Europa!; 1.000 metros de desnivel por la vertical Cara Sur que suman desde Val Veny un total de 3.300 metros de ascensión.
Una vez en la cima del Montblanc bajo unas vistas que conmueven, toca un tedioso descenso compensado con creces por las vistas constantes que se abren a la vista. Por Cósmicos escapamos hasta la famosa Aiguille du Midi, donde tomaremos dos teléfericos hasta regresar al que fue el inicio de esta inolvidable Innominata, el Skyway de Courmayeur; un descenso durísimo que nos acumulará en las piernas 9 km de recorrido a lo largo de 4 horas, descendiendo 1.300 metros de altitud hasta los 3.500 metros donde se encuentra ubicado el teleférico.
historia 5 (satisfacción seguido de vacío: inconformismo)
(20 – Julio – 2019, Sábado)
Vencido el monstruo, y al igual que un ludópata de la montaña, quiero continuar adelante con otro nombre, con otro monstruo, y otra nueva historia; otra cima a colorear de realidad para narrar la verdad, «mi verdad». Pero hoy toca descansar en Valtournenche y disfrutar de unas fotos y unas sensaciones que se hicieron realidad en un Montblanc afilado y helado, fotografías que solo mías supieron congelar con un solo click instantes personales y únicos para la eternidad…
historia 6 (muerte y renacer)
(21 – Julio – 2019, Domingo)
Un presentimiento helado de muerte me hace recular, un glaciar sin traza y blando por un incandescente sol, un glaciar sin cordadas a la vista, un Pollux realmente lejos desde donde me encuentro, un glaciar donde 5 días atrás un Polaco cayó en décimas de segundo en una grieta que lo mató al instante, me hace sentir un final que no me toca, contrariado pero vivo, me veo forzado a regresar en un deporte ante el cual para cruzar un glaciar no queda otra que encordarse…




El intento del Pollux en solitario se transforma en impotencia ante un glaciar lleno de trampas mortales, ante el cual, sin un binomio a quien encordarse fuerza a una retirada no sin antes hundirme hasta media cintura justo pasado el Breithorn, llevándome un susto que me dejó literalmente helado; la madrugada anterior una ligera nevada borro el ya de por si debilitado trazo existente que te lleva hasta las lejanas laderas del Pollux y Castor, tapando grietas en un glaciar de Ayas lleno de trampas en las cuales visto y no visto el glaciar se te traga sin concesión alguna…
historia 7 (perfección)
(22 – Julio – 2019, Lunes)
Zumsteinspitze + Dufourspitze o Punta Dufour (vía italiana) – Monte Rosa
Gressoney La Trinité – Staffal – Punta Indren – Refugio Gnifetti
Aparcamos en Staffal a 1.840 metros de altitud donde cogeremos al igual que en Breuil-Cervinia un teléférico que nos suba hasta el que será el inicio de nuestro último objetivo en los Alpes, coronar la segunda cima más alta de Europa, el Dufourspitze. Tres cambios de teleférico: Staffal, Passo dei Salati (2.961 metros de altitud) y Punta Indren (3.275 metros de altitud), Punta Indren es el punto de salida al Dufourspitze (4.634 metros de altitud); una vez en Punta Indren tenemos aproximadamente una hora y media hasta alcanzar el refugio Gnifetti, donde cenar y descansar. Previsión de salida del día siguiente 5:00 a.m.




(23 – Julio – 2019, Martes)
1. Punta Indren – Refugio Gnifetti – CIMA en Punta Dufour o Dufourspitze (4.634 metros de altitud)
Fotografía de cima:

segunda cima de Europa y primera del macizo Monte Rosa
Dos cuatro miles y la segunda cima más alta de la Europa Occidental: Zumsteinspitze + Dufourspitze
A las 5:00 a.m. abandonamos el refugio Gnifetti en dirección al Zumsteinspitze (4.563 metros de altitud), cima obligada que nos dará paso a la arista que nos conducirá a las verticales paredes rocosas de la Punta Dufour o Dufourspitze. El día se presenta nítido aunque frío, las rampas que nos conducen al Zumsteinspitze son realmente duras, tenemos 5 horas por delante antes de culminar una cima de ensueño.





Zumsteinspitze (4.563 metros de altitud), cima y paso obligado para acceder al Dufourspitze; un Dufour que desde este particular Zumstein se muestra complejo y desafiante; una larga arista afilada como un cuchillo nos llevará a conectar con las laderas de roca de un Dufour que por esta vertiente, la Italiana, se endurece con creces tanto técnicamente como físicamente.


El 1 de agosto de 1820 la montaña fue ascendida por los hermanos Joseph y Johann Niklaus Vincent, Joseph Zumstein, Molinatti, Castel y algunos porteadores desconocidos. Durante la expedición pensaron que habían subido el pico más alto del macizo del Monte Rosa, pero cuando alcanzaron la cumbre encontraron que había aún otro «pico más alto»: el Dufourspitze. Los hermanos Vincent y Zumstein estuvieron conformes en llamar a la montaña que habían escalado con éxito «cima de la belle alliance«, pero Zumstein, inspector forestal y miembro de la Real Sociedad de Ciencias en Turín, consiguió que la montaña llevara su nombre.






Cervino





2. Punta Dufour – Punta Indren – Gressoney La Trinité – Staffal – Barcelona
Toca descender, un descenso lento en el cual hasta que no alcancemos nuevamente la cima del Zumsteinspitze nos llevara un tiempo idéntico al de la subida, luego ya si recortaremos tiempo hasta poner punto y final en la Punta Indren.







Pasamos de largo el refugio Gnifetti directos al teleférico que nos bajará de nuevo hasta el valle, poniendo punto y final a mi tercera estancia exitosa en Los Alpes Italianos.


Las grandes montañas no son justas o injustas, simplemente son peligrosas…
Días previos a Alpes entrenando en Pirineos, Posets (3.375 metros de altitud), segunda cima más alta de Pirineos y la cuarta de España.


Climbat La Foixarda
Integral Cara Norte del Pedraforca – Alpinada con vistas a Innominata y Punta Dufour – 11 horas de actividad haciendo cima en El Calderer.
El Calderer
Pedraforca – Cara Norte – Gran Diedre + Pany










Si yo no reflexionara mucho, estudiase y planease la ascensión cuidadosamente, hace tiempo que estaría muerto…
Carlos Antolin Carruesco