
Una estrecha grieta recorre en vertical a un gigante que vive impasible en el paso del tiempo, atreverse con ella implicará una lucha férrea entre nosotros y la roca, un bastión pétreo conocido en la antigüedad como la «Muralla del Infierno». Paredes de lava y vacío, roca en extremo vertical y volada, aristas afiladas como cuchillos, donde las cuerdas trabajan al límite bajo el constante riesgo de seccionarse. La estrecha arteria por la que transcurre nuestro descenso canaliza a modo de embudo unas piedras con las cuales Los Gigantes se defienden, el eco de las piedras arrastradas por el roce de las cuerdas rebotan y crepitan haciéndonos palidecer, parapetarnos bajo nuestras sacas y cascos a modo de escudo es la única forma de avanzar y sobrevivir a la eco del gigante.
A narrow crack runs vertically through a giant that lives impassive to the passage of time, daring a fierce fight, between us and the rock: a stony bastion that was known in antiquity as “Muralla del Infierno” or the “Wall of Hell.” These are walls of lava and emptiness. Rock at an extreme vertical, diving pitch, with edges as sharp as knives, that leave the ropes worked to the limit under a constant risk of breaking. The narrow artery where we pass in our descent channels, like a funnel, the stones used as a defense by Los Gigantes. The echo of the stones, dragged by the friction of the ropes, bounces and crackles, making us turn pale. Sheltering ourselves below the shield of our packs and helmets is the only way to move forward, and survive the echo of the giant.

A lo largo del trepidante descenso aparecen restos de cuerdas cortadas, cordadas antiguas rasgadas y abandonadas por los impactos y roces de las afiladas aristas, restos que nos hacen ver una realidad en extremo peligrosa de los muy pocos que se adentraron en esta aventura. La Eco no te da respiro alguno, la adrenalina es una constante que te mantiene en alerta de principio a fin. Reuniones literalmente colgadas ante un vacío que impone su propia ley, una gravedad que te empuja sin piedad ante el abismo, un silencio solo roto por unas rocas que a modo de meteoritos silban como balas a escasos centímetros de nuestros oídos. 570 metros nos separan de la playa de callaos de La Eco, el barranco acantilado más alto de Europa, un barranco extremo donde la pericia y la técnica no te exime del todo a la hora de sobrevivir.
Throughout the thrilling descent appears remains of old, frayed cords, warn, torn and abandoned by the impacts and chafing of time, and the sharp edges of the rocks. This debris reminds us of the dangerous reality experienced by the very few who have taken on this adventure. The echo gives no respite, and the adrenaline remains constant, keeping you on alert from beginning to end. This reunion is, literally, to hang out in an emptiness that imposes its own law, with gravity pulling you without mercy towards the abyss. The silence is only broken by a few rocks, which in the manner of meteorites, whistle like bullets, passing mere millimeters from your ears. A distance of 570 metres separates us from the pebbled beach of La Eco, the highest cliff face in Europe. This extreme gorge offers no respite or exemptions – survival requires the employment of skills and expertise, at every moment.
Nuestro punto de inicio es la localidad de Tamaimo, a las 6:00 horas a.m., de noche y con los frontales a su máxima potencia, nos adentramos en el sendero oficial que nos llevará hasta alcanzar la cima de la montaña de Guama, una vez en ella ya será un constante fuera pistas en dirección al filo de Los Gigantes hasta encontrar la cabecera y punto de inicio de la vertical más alta de Los Gigantes y de Europa, La Eco, un camino, una vereda que te obliga a trepar y destrepar en numerosas ocasiones ante las altísimas vérticales de barranco Seco, complicados y arriesgados pasos por la parte más alta de Los Gigantes, una arista que nos llevará hasta donde da inicio de La Eco.
Our starting point is the town of Tamaimo, at 6am. With headlamps on at full capacity, we delve into the official trail that leads to the summit of Guama. Once there, we will continue onwards off-trail to towards the edge of Los Gigantes, until we encounter the opening and starting point, for the highest vertical cliff in Europe – La Eco. The access forces you to ascend and descend, on numerous occasions, in the face of steep drops with complicated and risky footing, that runs along the highest part of Los Gigantes, on the backside of the cliff, until reaching the beginning of La Eco.


Teide – Pico Viejo – Guama





Puerto de Santiago

Puerto de Santiago


Cabecera de La Eco

cabecera de La Eco (570 metros de altitud)

cabecera de La Eco (570 metros de altitud)

cabecera de La Eco

Más de medio kilómetro largo nos separa de la playa de La Eco, estamos exactamente a 570 metros de altitud según el altímetro de mi Suunto Traverse; toca equiparse al completo, respirar hondo y adentrarnos en un gigante dormido, una grieta en la cual, la única opción, es avanzar o perecer en sus entrañas de más de 8 millones de años de antigüedad.
More than half a kilometer separates us from the beach of La Eco. We are at exactly 570m according to my Suunto Traverse altimeter. It is time to equip, take a deep breath and delve into the sleeping giant. To enter a crack where the only option is to make progress, or perish in its 8 million year old entrails.









Puerto de Santiago






Tras tres verticales consecutivas La Eco nos da un respiro y llegamos a un empinado y pedregoso suelo, con mucha precaución avanzamos por su cauce en busca del siguiente salto…
After three consecutive vertical faces, La Eco gives us a breather and we arrive at steep and stony ground. We proceed with caution moving along this channel, in search of the next jump…











Puerto de Santiago
Enormes grietas se adentran en el interior de Los Gigantes, cavidades cuya profundidad se pierde en una oscuridad absoluta, las entrañas de Los Gigantes, negras, inaccesibles, inhóspitas…
Enormous cracks penetrate the interior of Los Gigantes. These cavities lose themselves in absolute darkness. The bowels of Los Gigantes are inaccessible and inhospitable…



Nos quedamos impresionados y al mismo tiempo perplejos del, ¿cómo instalaron estas tuberías en aquellos lejanos tiempos?, sin la tecnología actual, sin los medios de ahora; tuberías que cruzan en horizontal un tramo de varios kilómetros por la parte más inaccesible del acantilado de Los Gigantes a una altura media de 300 metros sobre el nivel del mar, tuberías que tienen su origen en el barranco del Natero para proveer de agua a un Puerto de Santiago seco y árido por sus casi inexistentes lluvias; intenté seguir la tubería ya oxidada y en muchos tramos aplastada y agujereada por los numerosos desprendimientos que suceden en el acantilado, y resulta imposible el camino, no hay camino!, ¿cómo llegaron hasta aquí, cómo trabajaban para unir los tubos y fijarlos a estas paredes verticales sin vereda alguna?…
We remain exceedingly impressed, but at the same time puzzled, as to how these old pipes were installed without modern means and technology? The pipeline crisscrosses horizontally for kilometers along the most inaccessible stretch of cliff of Los Giantes, at an average height of 300m above sea level. The lines originate from the ravine of the Natero, providing water to the Port of Santiago, which is dry and arid due to severe lack of rain. I tried to follow the rusty pipe, crushed and pierced by the numerous landslides of the cliff, but found it impossible. There is no trail. How was the pipeline installed here? Without a pathway or access, how were the tubes fastened together, and fastened to the cliff?
Pero es a finales del siglo XIX y principios del XX cuando empieza la gran tarea de construir kilométricas canales y acequias para conducir las aguas alumbradas en las galerías excavadas al efecto.
Una de aquellas arriesgadas obras fue la impulsada por José González Forte para llevar el agua de los nacientes del Natero y del barranco Seco hasta Puerto de Santiago mediante una tubería suspendida de los acantilados de Los Gigantes. Con un préstamo de 3.000 pesetas, compró la tubería y comenzó lo que parecía una obra imposible. En un primer momento, a una altura de 25 metros, se colgó la tubería sujeta con unas abrazaderas con la ayuda de una lancha, pero el mar la rompía, con lo que se procedió a colocarla más alta; más tarde la tubería fue sustituida por un canal igual de temerario y arriesgado.
But it was at the end of the 19th Century and beginning of the 20th Century that the great works to construct the kilometres of canals and ditches began, to bring to light the transport of water from the deeps.
José González Forte, with a loan of 3,000 pesetas, bought the materials and started a project that seemed impossible. In order to bring water from headwaters at Natero and the Barranco Seco, he would suspend a pipeline from the cliffs of Los Gigantes. With the aid of a boat, the pipes were at first fastened to the cliff with clamps at a height of only 25m, but the breaking sea tore them, and they proceeded to be re-installed higher. Later, the pipeline was substituted for a channel, which was equally rash, and risky.





Puerto de Santiago

Puerto de Santiago





Puerto de Santiago


Puerto de Santiago


Puerto de Santiago

Puerto de Santiago


Puerto de Santiago



Puerto de Santiago







He experimentado una sensación de vértigo, como si no hiciera más que precipitarme de un mundo a otro y a cada cual llegase poco después de que el fin del mundo se hubiera producido…
I experienced a sensation of vertigo, like there was nothing left but to be hurled from one world to the other, and each and every would arrive shortly, for the end of the world had occurred…