Roque de Las Ánimas – Vía Eva + Omega
El instinto en los seres humanos es una disposición psicofísica innata, heredada, que incita al sujeto a actuar de una determinada forma frente a un estímulo o un objeto. Toda conducta instintiva, en el reino animal, debe reunir, al menos, las siguientes características:
1. Ser innata: Es decir, no precisar de un aprendizaje previo.
2. Ser fijada: Esto es, tener lugar siguiendo unas pautas de comportamiento invariables y fijas.
3. Ser específica: Que ocurre siempre ante determinados estímulos internos o externos.
4. Tener un sentido de supervivencia para el sujeto o sus allegados.
La conducta animal se desarrolla básicamente en función de los instintos, de forma automática y sin que el sujeto tenga conciencia de ello.
En la conducta humana persisten un gran número de patrones instintivos, aunque, por su capacidad de racionalización, gran parte de la vida instintiva del ser humano ha sufrido un proceso de complejidad, mezclándose auténticos instintos con conductas voluntarias.
Generalmente, en el ser humano el impulso instintivo pasa por el «filtro» de la razón, por lo que, voluntariamente, es capaz de modificar, anular o reprimir la conducta instintiva. Esto es fácil de observar si comparamos la actitud de un niño pequeño con la de un adulto: el primero se moverá siguiendo únicamente sus apetencias, sin control, mientras que el segundo valorará sí es o no el momento adecuado para satisfacerlas. Pero este control es fruto de un aprendizaje y una educación que, en cierto modo, regulan los instintos. Es decir, se aprende a controlar los instintos, pero no la conducta instintiva en sí, que es innata.
Según la complejidad y desarrollo intelectual del ser humano, podemos clasificar los instintos de la siguiente manera, aunque voy a mencionar el más importante respecto a deportes de alto riesgo como es el alpinismo y la escalada, el barranquismo y la espeleología:
Los Instintos vitales
Los instintos vitales son los más primarios y comunes entre seres humanos y animales. Tienen por finalidad la conservación de la existencia del sujeto, de su familia o de su especie. Son los llamados instintos de supervivencia, que velan por el sustento y mantenimiento de la vida, al igual que evitan la destrucción o la muerte.
Así, si en los animales los instintos constituyen el motor de su vida, en el ser humano éstos pasan a un segundo plano, situándose tras los actos voluntarios y conscientes.
Parece que el sentido común y el instinto de supervivencia en el ser humano están viviendo una regresión hacia niveles realmente idiotas, a raíz tanto de la tipología como de la cantidad de rescates y accidentes que crecen exponencialmente año tras año…

Amanece en el pueblo vecino de Santa Cruz de Tenerife, San Andrés marca la entrada al parque rural de Anaga. Tras un desayuno en uno de sus bares frente al rompeolas, nos adentramos en el parque rural de Anaga en dirección a Taganana, inicio de nuestra aventura y escalada de hoy; un viejo roque afilado e imponente que al igual que un faro de proporciones gigantescas vigila esta Reserva Mundial de La Biosfera.

Parque Rural de Anaga – Reserva Mundial de la Biosfera – Taganana

Vía Eva – Cara Norte de Las Ánimas + salida por la vía Omega.













Tras rodear gran parte de la pared norte de basalto de Las Ánimas localizamos el inicio del diedro que nos ascenderá a la cima Oriental de Las Ánimas. La Vía Eva se compone de 3 largos que finalizan en la cima Oriental del roque de Las Ánimas. El primer largo relativamente sencillo – IV y V grado -, nos servirá de calentamiento antes de afrontar los dos últimos largos totalmente verticales y extraplomados; el segundo largo es totalmente físico que marca un 6a+ sostenido que nos lleva a apretar de lo lindo; la vía Eva esta prácticamente desequipada, multitud de grietas nos servirán para instalar Friends que nos harán de seguro ante una más que posible caída, tramos húmedos y de agarres complicados, hacen que debamos proteger la vía al máximo. El tercer y último largo mucho más fino nos lleva a un 6c en sus primeros metros, un último tramo impresionante donde el vacío impera.
Montañas de basalto
Las columnas basálticas (o columnata basáltica u órganos basálticos) son formaciones regulares de pilares más o menos verticales, con forma de prismas poligonales (predominando los hexagonales), que se forman por fractura progresiva de la roca durante el enfriamiento relativamente lento de lava basáltica en algunas coladas, en chimeneas volcánicas o en calderas que no llegan a desbordarse o vaciarse repentinamente, por lo que su enfriamiento sucede in situ. Estas grietas son un caso especial de diaclasado (Una diaclasa es una fractura en las rocas que no va acompañada de deslizamiento de los bloques que determina, no siendo el desplazamiento más que una mínima separación transversal), denominado disyunción columnar. Además de en basaltos, se puede formar también disyunción columnar, aunque de manera menos frecuente, sobre otras rocas volcánicas procedentes del enfriamiento de lavas de diferente composición química, como andesitas, dacitas y riolitas.




Alcanzamos la primera reunión tras superar el primer «sencillo largo»; el segundo largo nos sumerge de lleno en la parte más vertical y extraplomada de esta vía, la Vía Eva. Un segundo largo muy físico y técnico a través de un diedro que nos obliga a una progresión sostenida de 6a+.




Tras alcanzar la segunda reunión, tenemos ante nosotros el tercer largo, nada que ver con el segundo, ya que aquí los agarres son muy finos y la dificultad nos lleva a superar un 6c que nos sacará de la cara norte, pasando a la cara sur, ya en la cima Oriental de Las Ánimas.

Tras una salida delicada y de compromiso con 5 metros obligados de travesía en el tramo más aéreo de la vía, los primeros movimientos son delicados ante riesgo de péndulo, toca apretar ante unos agarres mínimos donde la pared tiende nuevamente al extraplomo. En breve la pared tenderá a perder verticalidad, la cima Oriental esta muy próxima.




Cima Oriental de Las Ánimas

Tras un descanso ya en cima, reordenamos el material y nos quitamos los pies de gato, nos quedamos con lo mínimo e imprescindible para ascender hasta la cima Occidental y parte más alta de Las Ánimas, e iniciar un espectacular rápel que supera los 250 metros de altura por la vía Omega, el sector más vertical y extraplomado de todo el inmenso roque de Las Ánimas.









Cima de Las Ánimas



Cabecera OMEGA
Artículo muy interesante ante la triste situación actual que vive la montaña: click
5 largos con reuniones literalmente en el aire nos llevan a una tensión inicial lógica, el patio es realmente brutal!











Tras 250 metros recuperamos la horizontalidad y el camino inicial que nos devolverá a Taganana.





Taganana



San Andrés – Playa de Las Teresitas – Santa Cruz de Tenerife



Incluso el animal más idiota tiene un mecanismo de supervivencia innato, o eso creía yo…