Ruta Nº 9 – Teide – Proyección del Teide al Atardecer – Tenerife (1ª parte)

Nuestro punto de partida es algo más allá del Mirador de Chio en dirección al Mirador de Samara. Encaramos hacia la Montaña de Tea por la ruta número 9, uno de los senderos más duros y bellos de la isla de Tenerife. Con la compañía de mi amigo Miguel nos disponemos a vivir una aventura a lo largo de dos largas jornadas a través de un territorio cuya belleza y singularidad bien merecen la nominación de Parque Nacional. Las Cañadas del Teide es un tesoro natural cuyos paisajes te llenan de emoción ante tal belleza y fuerza de la naturaleza.

Obviamos el desvío Nº32 (Abeque) que nos llevaría hasta los pies de Montaña de Samara y nos adentramos en dirección a la Montaña de la Cruz de Tea y Montaña Reventada, para más tarde conectar con el que será siempre nuestro sendero y ruta, la extrema y solitaria número 9.

Dejamos atrás la montaña de la Cruz de Tea (2.217 metros) y la montaña Reventada (2.234 metros) y proseguimos ruta ganando altura paso a paso a través de extensos llanos de lava, codesos y retamas.

Dejamos atrás las Narices del Teide y proseguimos ganando altura, nuestro siguiente objetivo donde pararemos a comer y descansar es la base y filo del cráter de Pico Viejo. Duras rampas de piso inestable son las protagonistas a partir de ahora, el esfuerzo se ve duramente incrementado en un largo tramo hasta vislumbrar nuestra siguiente meta, la base del gigantesco cráter de Pico Viejo, a 3.106 metros de altitud.

Dejamos atrás los cráteres de Las Narices del Teide y continuamos ascendiendo por un sendero que a cada paso se endurece más y más, es tal su desnivel que ni las cumbres protagonistas de Pico Viejo y Teide aparecen a la vista, la única referencia es un sendero que no cesa en demostrarnos su extrema e implacable dureza en una interminable ascensión.

El día se presentaba con algo de calima, lo que difuminaba un poco el horizonte, no así su belleza…

Tras una larga y ardua subida desde que abandonamos Las Narices del Teide, al fin aparece nuestro objetivo final, un aún lejano Teide aparece en el horizonte!, una referencia visual que ayuda a no cesar ni en el paso ni en el ánimo; en breve el sendero nos da un respiro y nos lleva llaneando hasta el mismo filo del cráter de Pico Viejo donde nos liberamos del peso de las mochilas y decidimos comer; hemos de recuperar fuerzas para ese último tramo final hasta la cima más alta de España, un tramo especialmente duro hasta el Mirador de Pico Viejo donde las coladas de lava se hacen dueñas y protagonistas de un tramo del todo infernal.

Personalmente, bajo mi punto de vista, es uno de los más bellos volcanes de todas las Islas Canarias, uno de los más colosales con sus 800 metros de diámetro, con una gama de colores y texturas que nos hace parecer estar en otro planeta, un cráter custodiado y protegido por enormes paredes de lava petrificada de arquitectura violenta y agresiva, una caldera que no hace mucho tiempo albergó un mar de lava incandescente en su abismal interior.

Después de un gratificante descanso y de haber repuesto energía afrontamos el tramo más difícil de tan dura ascensión, un sendero número 9 que desaparece en un caótico mar de coladas de lavas negras; bajo una altitud superior a los 3.100 metros unidos a un Malpaís inestable y cortante, este tramo nos exige un esfuerzo físico monumental, será el último escollo severo y exigente ante nuestro objetivo principal, hacer cima en el pico del Teide, el techo de España. La altitud junto a una viento helado nos lleva a abrigarnos mucho más.

Últimos metros de sendero hasta el caótico Malpaís de coladas negras que nos llevará hasta el deseado Mirador de Pico Viejo, un mirador que supone la frontera entre el padecimiento y el descanso.

Los Regatones Negros lo realice de bajada tiempo atrás, su dureza es extrema tal y como nos hace aviso el panel informativo del Parque Nacional; en mi próxima visita atacaré la cima del Teide desde dicho sendero, sendero que nace a pie de Los Roques de García.

Finalmente agotamos el sendero Nº 9 llegando al deseado Mirador de Pico Viejo, tras un breve descanso nos ponemos de nuevo en marcha, un nuevo tramo de sendero se abre ante nosotros, el sendero número 12, un corto y cómodo tramo que nos permite ya respirar tranquilos ante la cercanía de nuestro objetivo, el techo de España, en escasos 20 minutos alcanzaremos el punto más alto del Teleférico del Teide, a 3.555 metros de altitud.

En escasos minutos nos hallaremos en La Rambleta, punto más elevado del Teleférico del Teide; encaramos el turístico sendero Nº 12.

Este día el Teleférico del Teide estaba cerrado por obras de mantenimiento, estaban acondicionando sus instalaciones y cambiando todo el cableado de circulación de ambas cabinas del Teleférico.

Tras un descanso en La Rambleta y tras hablar con nuestro amigo y jefe de la cuadrilla Antonio atacamos el último tramo de ascenso al Teide, el Telesforo Bravo, sendero conocido como el número 10, últimos metros para coronar la cima de España.

Tras una durísima jornada que iniciamos cerca del Mirador de Samara a 2.090 metros finalizando en la cumbre del pico del Teide a 3.718 metros; tras casi 2.000 metros de altura ganada por el sendero más duro y exigente de la isla de Tenerife (ruta Nº 9), nos disponemos a cenar y a ponernos cómodos, un amanecer de ensueño nos espera en escasas horas, un despertador sonará a las 5 de la mañana para recorrer de nuevo el Telesforo Bravo y ver proyectarse de nuevo la sombra del Teide en dirección Oeste.

Enlace a la segunda parte: amanecer