El camino al Soloist, o lo que implica escalar en solitario autoprotegido, es un proceso que implica el dominio no solo del grado de dificultad de la vía, sino de un amplio abanico de conocimientos que engloba técnicas específicas del barranquismo, la espeleología, y los autosocorros, añadiendo a todo ello un bagaje consolidado de largas horas de experiencia en todos los deportes anteriormente mencionados, y por último, dominar el control y el propio manejo del Soloist.





Reuniones, cambios de sentido, pasos de nudo, progresión ascendente y descendente, métodos de fortuna, instalación, gestión de cuerdas, etcétera…
SOLOIST

ESCALADA
La Directa al Cilindro (6b), encadenada de primero en libre y a vista, junto a mi preparador y maestro David Durán (@finuko).


En la escalada solo existe un camino, escalar, escalar y escalar. Un largo camino ordenado y dividido ante una serie de etapas metódicas y precisas donde no hay atajo posible, etapas que al igual que en las piezas de un puzzle iremos engranando bajo un estricto orden en el tiempo, un puzzle cuyo resultado final nos dará una única imagen: el paisaje abstracto de una confianza perfectamente interiorizada, confianza que templará esa estrecha línea entre dos extremos muy patentes en la escalada: el pánico y la frialdad; una templanza que engloba a modo de atmósfera ese tridente que nos empujará hacia las cimas más técnicas y difíciles: técnica, fuerza y resistencia. El Soloist es un engranaje perfecto de muchas disciplinas, un engranaje donde el compromiso y el propio grado de la vía aumenta por el mero hecho de estar solo en la tapia.
El Soloist implica:
1. Técnicas de manipulación y gestión de un vasto equipo que nos mantendrá en un continuo avance controlado hacia cualquier cima que nos propongamos.
2. Fuerza física, potencia, explosividad y capacidad agonística.
3. Técnica corporal del movimiento a la hora de progresar: gestualidad, elasticidad, dinamismo.
La combinación de boulder, escalada deportiva, y gimnasio nos darán esa fuerza física, potencia, explosividad y resistencia para ir avanzando paulatinamente hacia retos de mayor embergadura y dificultad en vía larga o tapia.
Tridente (1+2+3) cuya sinergia nos permitirá templar paulativamente la serenidad ante ese instinto de supervivencia, que a través de la adrenalina, nos intentará desestabilizar.
4. Cabeza (frialdad, temple, serenidad, tranquilidad).
Vías como la Easy Rider, La Gómez-Xarmet, Tierra de Nómadas, la Lleida, y un largo etcétera, marcan la diferencia ante escaladas de bajo compromiso y de baja exposición, dando un gran salto cualitativo, y elevando de un modo exponencial la dificultad de la vía por un aspecto puramente psicológico, la alta exposición y el compromiso, catapultan ya de por sí unos grados del todo irreales (V+) en las vías anteriormente mencionadas.
ESPERÓ MÀGIC

EASY RIDER

La Stromberg, La Normal al Cavall Bernat, La 98 Octanos, La Isaac Gabriel, y un larguísimo etcétera son escenarios y niveles ya superados a base de tesón y entreno, vías que ya he escalado con el Soloist.





Vía Isaac-Gabriel – Sant Llorenç de Montgai





Camarasa

SOLOIST
El Soloist ha sido la culminación a años de dedicación, una técnica que engloba infinidad de variables y que exige de una vasta experiencia, la escalada en solitario implica un elevado compromiso: estas solo!.
Carlos Antolin Carruesco